1. Trabajo en equipo: el Mundial no solo nos permite pasar un agradable momento en familia y amigos, también nos anima a hacer equipos donde es importante aprender a colocarse en función de los demás, cubrirlos si pierden la posición, levantarlos si caen y poner nuestra confianza en aquellas personas en las que nos apoyamos.

2. Respeto por los demás: uno de los valores que mejor se puede trabajar en el Mundial es el respeto. Los jugadores nos enseñan que no todo se resuelve a los gritos o llevando la contraria al árbitro. Es nuestro deber establecer una buena conversación, cuidar el lenguaje y solo gritar para animar a la Selección.

3. Aceptar las diversidades positivamente: en ocasiones la vida depara muchas decepciones, unas más grandes que otras, pero es en ese preciso momento en el que levantamos nuestra frente, aceptamos las dificultades y las enfrentamos de la mejor manera. Enseñar a perder nos obliga a ver las adversidades desde una perspectiva diferente evitando concentrarnos en el problema para buscar el modo de ser parte de la solución.

4. Asumir responsabilidades: detrás del éxito de los equipos siempre hay algún jugador líder que por su capacidad técnica o por el respeto que transmite, es capaz de asumir responsabilidades y tomar decisiones rápidas que beneficien o afecten la situación del grupo. Es momento de empoderarnos, tomar el mando y salir de nuestra zona de confort para asumir los retos que la vida nos prepara.

5. Hay que saber ganar y disfrutar de la vida: ganar consiste más en esforzarse que en ser bueno. Destaquemos cada victoria sin ser egocéntricos o creernos mejor que los demás, los logros toman importancia cuando damos gracias y estamos orgullosos de nuestros esfuerzos. Además, no olvides disfrutar; juega cada paso de tu vida y mantén tu mirada en la meta.